Artículos de opinión

¿Por qué todo niño/a debería enfrentarse a los Transformers?

Contrario a lo que se podría creer, los niños aventajan a los adultos en algunas habilidades: son más curiosos, aprenden más rápido y buscan cualquier motivo para jugar y divertirse. El sistema educativo tradicional, el exceso de entretenimiento pasivo al que hoy están expuestos y la falta de involucramiento de los padres hacen que, a medida que se crece, se vayan perdiendo esas capacidades innatas. Es una paradoja; los adultos de hoy nos encargamos de debilitar aquellas habilidades que les permitirán a los niños, en un futuro cercano, ser mejores en la actividad más frecuente que tendrán que enfrentar en el resto de sus vidas: resolver problemas, o dicho en palabras más juguetonas, resolver rompecabezas. Así, el lugar común es que les pidamos a nuestros hijos que eviten un desafío en lugar de invitarlos y animarlos a que se enfrenten a él. “No juegues más con ese chico que te molesta”, “la cama es muy grande para ti, yo te la tiendo”, “Tu mamá te hará el desayuno”. Todas estas son frases comunes en la vida familiar. Frases que, quizás sin darnos cuenta, reflejan cierto menosprecio a todo ese poder y esas capacidades que traen los niños para enfrentarse al mundo. En ese sentido, una labor necesaria de los padres o de los cuidadores es invitar, animar, y más importante aún, acompañarlos a enfrentar pequeños desafíos. Y cuando digo enfrentar, me refiero a vivir ese instante donde el niño está cara a cara frente a su reto, sintiendo y reconociendo todas las emociones, y esa tensión que florece cuando se está frente a lo incómodo. Nuestra misión será apoyarlos para evitar la huida y que logren avanzar, animarlos a que no se rindan, sin importar el tiempo que puedan tardar en encontrar una solución.

 

Un juguete Transformer es un problema divertido por resolver

Una manera divertida de animar a los niños a dar sus primeros pasos en encontrar la solución a un problema es usar juguetes icónicos. Hay muchos de ellos que nos ayudarían en ese propósito: un rompecabezas, un Cubo de Rubik o incluso un Transformers. Este último es, sin lugar a dudas, un juguete maravilloso. En esencia se trata de un rompecabezas mecánico en tres dimensiones que se parece al Cubo de Rubik, pero es más sencillo de resolver. Ambos comparten y esconden una característica común, y que para armarlos se debe aprender una lección básica: los problemas grandes se dividen en problemas más pequeños.

Hay distintas clases de este juguete, desde los que se convierten en un solo paso, para los niños más pequeños, hasta los que requieren más de 20 pasos destinados a niños de 8 a 100 años.

Aquellos que requieren más pasos son los más interesantes para armar. Aunque el producto trae instrucciones de armado, el verdadero reto consiste en que el niño pueda prescindir de ellas, encontrando la respuesta en la observación de la lógica del movimiento de cada pieza, así como los espacios dónde ellas puedan encajar, para finalmente darle sentido y montar la figura completa.

Ahora que lo pienso, los Transformers de más de 15 pasos no deberían traer instrucciones. Quizás así, hubiese más interés en encontrar la solución correcta y hasta se generaría más conversación en las comunidades de Internet.

Todo Transformer viene con instrucciones pero el reto es armarlo sin ellas

 

 

Armar un Transformer: Un ejercicio mental con muchos beneficios

Armar un Transformers sin el uso de las instrucciones es un ejercicio mental que proporciona los mismos beneficios que tiene el armado de un rompecabezas clásico: mejora la concentración, ayuda a gestionar la frustración, permite practicar la paciencia y, por tanto, reduce el estrés y la ansiedad. Además, trae otros beneficios menos evidentes y que por su importancia ameritan una explicación más detallada.

 

Un juguete Transformer estimula la imaginación

Una de las frases más populares de Albert Einstein es: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. Para ilustrar mejor la utilidad de la imaginación en nuestra vida pensemos en esa frase que escuchamos todo el tiempo en nuestro ambiente laboral: “Pensar fuera de la caja”.

Nada mejor que un juguete que nace fuera de la caja para ayudarnos a entender ese universo exterior a las fronteras de lo conocido. En esta era dónde se sobrevalora al conocimiento debemos preguntarnos ¿Cómo apoyar a nuestros hijos para que desarrollen y estimulen su imaginación? Distinto de un juguete fijo, de una única forma determinada y que generalmente tiene un solo modo de jugar, un Transformer tiene por lo menos dos maneras de juego: uno como robot y la otra como vehículo, o arma, o animal, o cualquier cosa. Y es que en esto justamente radica la magia de este juguete: cualquier cosa puede ser un Transformers y un Transformers puede ser cualquier cosa.

 

More than meets the eye (más de lo que tus ojos pueden ver) es el eslogan original de la serie animada de estos juguetes. Es una invitación a ver más allá de lo que ven los ojos físicos, a imaginar las cosas de manera distinta. Justo como Calvin, el niño de la historieta “Calvin y Hobbes”, quien era capaz de imaginar a su profesora de escuela como un dinosaurio prehistórico, una profesora Transformers. ¿Cuántos nuevos personajes, historias u otros objetos podrían salir de la imaginación de un niño cuando juegue con uno o varios Transformers?

 

Armar un Transformer ayuda a desarrollar la intuición

He armado varios Transformers sin hacer uso de las instrucciones, y en los más complejos me he tomado tiempo llegar a la respuesta correcta. A algunos los he armado mal y, cuando he estado a punto de rendirme y se me pasa por la cabeza la idea de ver las instrucciones, sucede algo mágico: siendo yo incapaz de encontrar la solución, es la solución la que me encuentra a mí, y resuelvo el armado. Quizás solo aquellos que han vivido esta experiencia me puedan entender. Es real. Es la intuición presente en toda su plenitud la que guía las manos y las piezas. Hoy, cuando solo se valoran las cifras, los cálculos, las pruebas científicas, experimentar ese conocimiento interior siempre presente y poderoso, es esencial para los niños.

 

Un Transformer motiva la curiosidad de un niño

Un juguete Transformers es un conjunto de piezas armoniosamente unidas por una serie de mecanismos con movimiento que encajan perfectamente para formar al robot o a su otro modo. Además, tienen muchos detalles que hacen de este juguete un goce para la vista y el tacto. ¿Cómo los diseñan? ¿Cómo planean el movimiento de las piezas? ¿Cómo pueden fabricarlos de manera masiva? ¿Puedo usar una impresora en 3D para hacer un Transformers? Todas estas son preguntas que pueden surgir de una mente curiosa. Y quizás la más importante de todas ¿Cómo se podría fabricar un Transformers? En YouTube hay varios videos dónde personas creativas han intentado resolver esta pregunta de varias maneras.  Una de las más sencillas de hacer un Transformers es este disfraz hecho en cartón para los niños, o este Transformers juguete hecho de aluminio de lata de sodas.

 

El cajón de los juguetes: El verdadero enemigo de los Transformers

Armar un Transformers es una invitación a jugar, a divertirse, a imaginar, a pasar tiempo de calidad solo o junto a los hijos. Y el juego es un asunto serio que debería convertirse en un hábito, no solo del niño, sino también del adulto. Así que el peor enemigo de este juguete es un lugar donde él no pueda invitarnos al jugar. Si un niño se frustra porque no ha podido encontrar la solución del armado, en lugar de guardar el juguete en un cajón, hay que dejarlo en su mesa de noche o en la nuestra, o en su estudio, hasta que la magia del juego y del juguete lo atrapen y así lo vuelva a intentar de nuevo.


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